El diente está formado por:
Dentina: Es la parte responsable de darle color a los dientes. También es la que proporciona elasticidad aunque es poca.
Pulpa dentaria: Constituida por un tejido que contiene vasos sanguíneos que conducen la sangre hacia el diente y le otorgan sensibilidad al mismo.
Esmalte dental: Es translúcido, insensible al dolor y en el no existen terminaciones nerviosas.
- Corona: es la parte visible en la cavidad oral. La capa que lo recubre es el esmalte. Esta porción se encuentra expuesta al medio bucal permanentemente.
- Cuello: es la unión de la corona con la raíz y se sitúa en la encía marginal.
- Raíz: es la parte que no se puede ver ya que está dentro del hueso. Sirve de anclaje. Los dientes normalmente tienen entre una y tres raíces, dependiendo de si son incisivos (una raíz), caninos (1), premolares (1 o 2) o molares (dos o tres)

El doctor Songtao Shi, del Instituto Nacional de Investigación Dental y Cráneo-facial, afirma que las células que encontró tienen la habilidad de ser manipuladas en el laboratorio para formar hueso, dentina e incluso células nerviosas y de esta manera obtener esas células madre.
En sus propios experimentos, el doctor Shi utilizó un diente de su hija. Entonces vio el tejido de color rojo, lo extrajo, lo examinó en el laboratorio, donde logró extraer células madre vivas.
Este mismo científico extrajo de individuos de
Tres meses más tarde de implantar estas células los investigadores pudieron encajar en la cuenca del antiguo incisivo una corona sintética de porcelana sobre la nueva raíz remineralizada que contaba con nuevos ligamentos desarrollados allí mismo. Pudieron demostrar además que los nuevos tejidos formados eran humanos. Después de seis meses de la implantación los investigadores comprobaron que, aunque el nuevo diente no era tan resistente como los naturales, tenían la suficiente calidad como para cumplir su función.
La técnica que se ha utilizado para obtener células madre de los dientes es la siguiente es obtenerlas de la papila apical de la raíz, la cual es responsable del desarrollo de la raíz de los dientes y de los ligamentos periodontales.
Shi cree que podrá llevar a cabo esta técnica en los próximos años. Los pacientes de implantes deben tener suficiente hueso en su mandíbula para soportar el implante.
Este descubrimiento podría tener aplicaciones clínicas potencialmente impactantes en cirugía dental. Sería por tanto una buena promesa para sustituir los dientes perdidos por piezas más biocompatibles que los actuales implantes metálicos.
Las células obtenidas son capaces de regenerar todos los tejidos de la raíz dental así como dentina y cemento que son respectivamente los principales componentes de la corona y de la raíz dental.
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